UNA MIRADA DE QUIEN NOS GUSTA QUE NOS MIRE, ESO ES LA FELICIDAD

Somos más dueños de lo que creemos de nuestro estado de animo. Para mejorarlo es preciso proponérselo y darse cuenta de que no se trata de conseguir siempre estar contento como un "bendito infeliz", sino de responder con un ánimo consecuente a lo que vivimos, procurando ser justos a la hora de dramatizar lo negativo. Tendemos a dar más importancia a lo que nos agrede que a lo que nos beneficia: Somos injustos con nosotros mismos.

El mejor camino para conseguirlo es aprender a gozar de lo que tenemos. Solemos pedirle mucho a la vida, pero cuando conseguimos lo que queremos, al poco tiempo, nos resulta insuficiente.

No se trata de ser conformistas, pero sí de aprender a disfrutar más de los objetivos que ya hemos logrado, de lo que tenemos.

El éxito social puede alejarnos de los valores a través de los que, a menudo, se alcanza la felicidad

Yo definiría el verdadero éxito como el intento de vivir de acuerdo con los propios valores.

Otra vía de acceso al bienestar personal es el autoconocimiento. No se trata de conocerse, que no se llega a conseguir nunca del todo, como de comprender que no podemos vivir sólo pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor, y que nosotros somos los verdaderos protagonistas de nuestra vida.

También el amor es un aliado del bienestar psíquico, amar más o menos es una cuestión de prioridades. Si pensamos en quien amamos y somos capaces de ponernos en su lugar, iremos recorriendo un camino de encuentro; de lo contrario, a lo sumo, iremos en paralelo, coincidiendo sólo cuando nos interese a ambos.

No es fácil dar recetas, ni recibirlas tampoco, pero, como en todos los lutos o duelos, el único remedio es mirar adelante, quererse a uno mismo y no pensar que es imposible vivir sin el otro, que la vida sigue.

Podemos aprender a aminorar ese gran enemigo de la armonía interior: el dolor psíquico (la soledad, las pérdidas, el paso del tiempo...) Aceptándolo, no resulta fácil, sin embargo, la única manera de no sucumbir ante el dolor es saber que es inevitable, que forma parte de la misma vida.

Sin duda, crecer como seres humanos, aprender, potenciar las emociones, conocernos y conocer a los demás, estar atentos a los que nos rodean y vivir dándonos cuenta de lo que hacemos es crecer, facilita nuestro bienestar emocional.

Determinados hábitos sociales fomentan que nos encontremos bien, a gusto con nosotros mismos. Tener amigos es un tesoro, no un tópico. Pero no basta con eso; lo importante es cultivar esa amistad, dedicarle atención. ¡Hay que estar con los amigos.

Quiero dar las gracias a todos los amigos que me ayudasteis a soltar mis lágrimas, porque también las hicisteis vuestras.