lunes, 8 de noviembre de 2010

Cómo liberarnos del virus de la culpa


Cometiste un error y te sientes culpable?
Nos ocurre a todos, pero conviene reflexionar al respecto
y tener en cuenta algo: en aquel momento,
cuando actuaste, no te pareció un error.
Tus programas mentales, tu sentir de ese momento,
tus miedos y deseos, te llevaron a elegir desde tu interpretación de ese instante.
No encontraste nada mejor que hacer; la prueba es que no lo hiciste.
 Puede que fuera el miedo el que te impulsó a actuar,
o la falta de información, o el desconocimiento, o la inesperiencia,
 porque el error siempre es producto de la inconsciencia.
Si no veías, es decir, si no eras consciente, ni siquiera tenías la libertad de elegir.

Las acusaciones
"Debiste haber pensado más en ello", "Tenías que haber calculado las consecuencias",
"No miraste el asunto desde otros puntos de vista"...La culpa dice que,
cuando no eras consciente, bebiste haberlo sido.
Por eso te hace sentir que eres incorrecto o erróneo, que eres malo.
Pero aunque alguien te agarre de las solapas y te diga
"Hazte consciente" mientras te zarandea, no lo logrará.
La consciencia surge desde tu ·darte cuenta·,
que es un gesto de apertura mental de índole personal y profunda trascendencia.
No sabemos por qué ni cuándo ocurre. Cuando lo ves lo ves.

La proyección de la culpa

Cuando algo nos duele, nuestro ego automáticamente proyecta su causa afuera,
culpando a las personas que están más cerca de ese dolor.
Pero está fuera de lo razonable exigir consciencia de algo a alguien,
igual que un niño no le pedimos que sepa andar antes de tiempo,
ni le consideramos malo por caerse una y otra vez.
Asumimos que el error es parte del proceso de aprendizaje,
y percibimos el éxito potencial más allá del error presente.
Imagina que te encuentras realizando un trabajo casero,
como tender una colada. No te gusta,
y de repente algo en tu mente no te hace sentir muy bien.
Sientes que tú no deberías estar haciendo esto.
Es una leve irritación o, mejor dicho,
una resistencia a lo que estás haciendo.
Percibes que sufres, aunque sea muy levemente.
Y crees que si hay sufrimiento, hay error.
Inmediatamente y sin darte cuenta, buscas al culpable.
En tu mente nace una idea:
"Este trabajo debería estar haciéndolo mi marido,
él nunca hace nada en casa". Ya está.
No sólo sufres por el hecho de resistirte a hacer el trabajo,
sino que además te sientes atacada.
Este nuevo pensamiento justifica el que empieces a elaborar tu propio ataque hacia tu marido.
¡ necesitas defenderte, hacer algo con tu sufrimiento!
En poco tiempo te encuentras odiándole.
La guerra está servida.
La culpa da sentido al ataque
Estos ataques mentales,
convenientemente repetidos y con una constante inversión emocional,
 producen todos los conflictos, todas las luchas,
todas las guerras que la humanidad vive.
De los ataques mentales surgen los mal tratos emocionales y,
como consecuencia, los maltratos físicos. Después,
solo falta esperar la cadena de venganza.
Siguiendo con el ejemplo de la colada,
la persona que repentinamente experimenta resistencia
al trabajo que está realizando ha perdido la presencia,
la aceptación de su circustancia presente.
Esa resistencia psicológica al momento,
estrictamente interna, es la causa verdadera e inatendida del sufrimiento.
Porque todo el sufrimiento que experimentas procede del interior de tu mente.
El perdón es la única forma de sanar la culpa,
y comienza por darnos cuenta de que, realmente,
la misma idea de la culpa es una locura.
A partir de ahí,
el trabajo pasa por hacernos conscientes de nuestro dolor inconsciente según surge,
y resolverlo responsablemente con herramientas liberadoras,
en lugar de dejarnos llevar por el programa estándar
de culpabilización y ataque que nos sume en el victimismo.
Ni tú ni nadie es malo o inadecuado. ¡Somos vida pura!
Sin embargo, todos hacemos la guerra al crear sufrimiento en nuestro entorno,
porque constantemente nos estamos proyectando unos a otros la idea
" eres malo" mediante el mecanismo de la culpa.
¿Como vamos a llegar a experimentar lo que realmente somos
si seguimos sometidos a semejante programa?

El perdón es el proceso interno y personal que sitúa toda tu atención en lo importante:
deshacer la culpa para encontrar la verdadera paz interna y la liberación de tu mente.
Supone un proceso de ampliación de la conciencia que te permite
mirar los modos en los que la culpa opera en ti,
para así poder ver que, en realidad, la culpa nunca ha existido.
Al desaparecer ese virus de tu mente,
comprenderás y sentirás qué es lo que tú y cada ser humano es realmente.

25 comentarios:

Pluvisca dijo...

Muy buena entrada Paco, me alegra leerte de nuevo, hacia muho tiempo.

La culpa, buffff, las mujeres se sienten mucho mas culpables que los hombres, al menos eso decia Pinilla en su libro sobre la culpa. Lo cierto es que nosotros la alimentamos, la cuidamos, la protegemos...en vez de canalizarla, la retroalimentamos...y lo peor es que la culpa inmoviliza y uno se pudre por dentro...

Besinos

Mercedes Pinto dijo...

La mejor manera de librarte de la culpa es esforzarte al máximo por reparar el daño causado. Tal vez sea irreparable, pero puedes "pagar" cambiando tu actitud en adelante. Somos humanos y por tanto imperfectos, no podemos acertar siempre, pero intentarlo es nuestra misión.
Me ausentaré un par de meses, tengo que ponerme al día como mi trabajo, pero en cuanto regrese vendré a verte.

Mientras tanto, quédate con un fuerte abrazo.

NVBallesteros dijo...

Ese virus lo tengo hasta en la sangre...Se tiene que trabajar mucho para dejar de sentir culpa...espero lograrlo antes de morir...Me da gusto verte por aquí.

Besos

Fiaris dijo...

¡Exelente entrada amigo!!!me alegra leerte nuevamente,cariños

luisa maria cordoba dijo...

Me alegra volver a leerte Paco, ya hacia tiempo que no escribias nada en tu blog.
¡¡¡La culpa!! ese lastre que nos acompaña y a veces no nos deja ser nosotros mismos.Pero aunque cueste hay que liberarse de ese virus, como tu bien dices.
Un abrazo.

Elinge dijo...

Hola:

Ser culpable no es un asunto que dependa del sentimiento, sino que es la realidad consecuente de un acto malo según la conciencia.

No golpees tu conciencia hasta que deje de analizar si tus actos son buenos o malos y así no experimentar la culpa por los malos, porque también estarás exterminando tu alegría por los buenos.


¿Cometiste un error?, sé valiente, no te justifiques

¡ reconócelo !

Proponte arreglar las malas consecuencias del error, no volver a cometerlo prestando más atención, practicando la virtud de la prudencia, evitando la ocasión.

¡ eres falible !

¡equilibra la magnitud del error, sus consecuencias y la culpa!

también inteligente para ver donde pudiste evitarlo. La próxima vez no te pillará por sorpresa.

¡Sosiego interior!

Si ofendiste a tu hermano, aunque su respuesta sea algo desproporcionada, aguanta su desahogo sin pretextos ni excusas, que sea tu medicina. Expresa tu arrepentimiento.

Si ofendiste a Dios, busca reconciliarte con Él, que te aguarda con los brazos abiertos. Si tienes el regalo de la Fe, recibe Su perdón sacramental y recobra la Paz.

¡recobra la Alegría!

LA ZARZAMORA dijo...

De ese virus me temo que no se libre nadie, pero siempre se puede aprender a hacerlo.

Un abrazo.

Amig@mi@ dijo...

¡Cuanto tiempo!!
Creo Paco, que al reconocerlo el virus en parte es aniquilado.
LO demás ya es más sencillo.
Un abrazo

Marisol Cragg de Mark dijo...

Quizás lo más saludable es que cuando cometemos un error, asumirlo, perdonarnos y empezar de mejor manera.
Te djeo muchos saludos. Muy buena entrada reflexiva la tuya.

Anónimo dijo...

la seguridad, el sentido común, ser practico. debe ser de mucha ayuda. interesante tema, muy reflexivo.
un abrazo

Unknown dijo...

Cuanta verdad tiens en todo lo que cuentas. Pero como dice por ahí un seguidor, la culpa a veces la retroalimentamos en lugar de canalizarla. Parece que nos gustara el dolor. ......
Uno se siente culpable por miles de cosas que hacemos mal y que a pesar de ello nos sentimos bien consigo mismo. No es justo. Pero hay alguien que ande fiel a sus principios morales y éticos... nada de nada.
Lo que si está claro es que hay que desprenderse de ese sentimiento para poder llevar una vida más justa con nuestra conducta.
Un abrazo amigo.

aguadecolores dijo...

Que felicidad tu regreso!!!
Pienso asi:
El que este libre de culpa que tire la primera piedra
Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía.
Besos de colores

Rossana Hasson Arellano dijo...

Buenos días Paco
Buen tema, el síndrome de la culpa, es un estado casi que adoptado desde que seomos niños, ese no hagas esto o aquello, etc..etc..
No me explayo porque luego parecerá que estoy "Culpando" a nuestros padres y la verdad, por allí va..
Como solucionar :
Trabajando esa "Culpa"
Liberando el sentimiento en terapias de autoreconocimiento del Yo, sin desdibujarse ni obviar el entorno inmediato.
Vivimos rodeados e inmersos en un mundo/sistema/mentira
Aprender a ser más auténticos y aunque uno que otro pudiera sentirse "incomodo" decir la VERDAD
LIBERA.
Si, es un tema
Un abrazo grande
Rossana

Marina-Emer dijo...

Paco ha sido un placer verte de nuevo por mi blog,,,te estoy escribiendo desde mi aula ..acaban de recoger los alumnos y antes de irme a comer te contesto ...me acuerdo mucho de ti pero yo habia perdido tu enlace ahora ya lo tengo...un abrazo querido amigo...
Marina -Emer

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Un post muy bueno

Somos humanos y todos podemos equivocarnos.
aceptar nuestro error y saber disuclparnos, tambien limpia la mente.
Perdónanos Señor nuestras culpas, como perdonamos a los que nos ofenden.

Yo soy de las que procuro no ofender, enseguida me siento culpable y me discutpo, y al disculparme, ya m hago limpieza de culpabilidad.


Ah hoy en Valencia, luce un Sol espléndido.

Un abrazo, Montserrat

Marisa dijo...

Cuando el ser humano
reconoce su culpa ya se está
liberando de ella
un verse hacia adentro
ayuda a ello.

Una gran entrada.

Besos

Jorge Torres Daudet dijo...

Paco, es bueno pasarse por aqui; saben a paz tus entradas.
Un fuerte abrazo.

Silvia García dijo...

Excelente entrada Paco, como siempre.
Liberarnos del virus de la culpa creo es un trabajo para siempre, hay que estar muy atento para no caer en sus redes, y no solo es un trabajo interno y único sino también luchar contra todo lo cultural que hay al respecto.
Un abrazo
Silvia

Primavera dijo...

Creo que no podemos liberarnos del todo de esa culpa hasta que no llega el perdon, darlo o recibirlo o por lo menos que nos brinde la posibilidad de hablarlo.
Un placer leer tus refrexiones.
Primavera

Cristina Morey dijo...

excelente Paco, me encanta la claridad con que expresas los procesos hacia la libertad.
Un gusto pasar por tu blog.
abrazos desde Buenos Aires.
cris

Anónimo dijo...

muy interesante leerte, a veces sucede que nos sentimos culpables por cosas que nos pasan.

bello blog, lleno de buena lectura.

un beso

Lucía dijo...

Me gusta verte de nuevo en tus entradas,Paco.

Un virus defícil de erradicar nos presentas, pero no imposible.

Pienso que si nos miramos con toda honestidad por dentro somos capaces de aceptar lo justo, sólo lo justo, de la culpa que creamos poseer en la vida.

Un placer volver a leer tus letras cargadas de reflexiones.

Cálido abrazo.

stella dijo...

Con randes esfuerzos Paco procuro no sentir demasiada culpa y que mis noches sean serenas y con paz, leerte hoy despues de tanto tiempo ha sido un verdadero lujo querido amigo
Un abrazo
Stella

Isia gey dijo...

Y que hacemos si hace tiempo que sabemos que cometimos un error? si en el mismo momento en que lo cometimos abíamos que era un error? que hacemos cuando de ello depende de otra persona el corazón?


Gracias por tus sabias palabras, un abrazo

stella dijo...

Paco ?que pasa amigo que no veo nuievas entradas? que sepas que te extraño....
Un abrazo
Stella